Huawei en el medio de la guerra comercial entre USA y China

La bomba tecnológica de esta semana fue que Estados Unidos incluyó a Huawei en una lista negra que prohibe a empresas estadounidenses mantener tratos comerciales con el fabricante de smartphones, laptops y equipos de telecomunicaciones.

Esta noticia ha resonado en medios internacionales luego de los comunicados de Google y los fabricantes de chips Intel y Qualcomm de acatar la orden de Washington.

¿Qué implica este bloqueo?

Aunque los teléfonos Huawei son producidos en China, no todos sus componentes son fabricados en el país asiático, por lo que un bloqueo comercial a largo plazo podría dejarlo sin los elementos necesarios para su completa manufactura, al menos en teoría.

Este es el caso del sistema operativo Android desarrollado por Google. Si bien Android es Open Source, Google mantiene tratos con todos los fabricantes de smartphones, por lo que al cortar la relación comercial, Huawei se quedaría sin el soporte técnico ni acceso especializado a nuevas versiones del sistema operativo.

Peor aún, Google Play, la tienda de descargas de Android es una plataforma propietaria de Google por lo que quedaría inaccesible para usuarios de Huawei. Lo mismo aplicaría para otras apps Google Maps o Gmail.

Si tienes un Huawei, no entres pánico… aún.

Antes de seguir debemos mencionar que tanto Google como Huawei han aclarado que los dispositivos actuales seguirán funcionando sin ningún problema y tendrán acceso a actualizaciones de seguridad. 

La medida aplicaría a futuros dispositivos que se fabriquen, sin embargo, por el momento el Departamento de Comercio ha dado medio paso atrás y ha concedido una licencia de 3 meses a Huawei para que pueda dar soporte y respaldar redes y equipos existentes.

¿Por qué se sanciona tan duramente a Huawei?

Huawei es acusado de riesgo para la seguridad nacional luego que agencias estadounidenses empezaron a mencionar que usaban sus productos para espiar a sus clientes y facilitar información al gobierno de China.

Esta no es la primera vez que el gobierno de China es acusada de espionaje. El año pasado una investigación de Bloomberg reveló que supuestamente la compañía Super Micro incluía un microchip en piezas de servidores que intervenían las comunicaciones.

Según la investigación, este “hackeo”, afectó al menos a 30 empresas estadounidenses incluyendo a Apple y Amazon, pero esta investigación fue negada por ambas empresas.

Algo muy curioso es que iPhone, el smartphone de Apple, fue el primer teléfono en venir completamente sellado, imposibilitando la extracción de la batería.

Un dispositivo con cámara y micrófono al que no se le puede sacar la batería es una herramienta potencial de vigilancia al no tener manera de cortar su fuente de poder… guiño guiño

Tampoco podemos olvidar el caso de Edward Snowden, un ex-empleado de la CIA y la NSA, actualmente auto-exiliado en Rusia, quien reveló en 2013 información sobre programas de vigilancia masiva del gobierno de Estados Unidos.

¿Cuál es el futuro de Huawei?

Huawei ha revelado que ya estaba preparada para un boicot de este tipo y posee un inventario para continuar fabricando dispositivos por al menos 3 meses.

Además, ha venido fabricando sus propios componentes como el procesador “Kirin” de ocho núcleos que potencia sus dispositivos de alta gama y que compite con sus equivalentes de Intel y Qualcomm.

Sin duda los próximos meses serán un gran reto para la empresa de tecnología que ya ha revelado que está desarrollando su propio sistema operativo.

Esto haría que tenga su propia tienda de descarga de aplicaciones y obligaría a los desarrolladores a crear apps compatibles, aunque bien podría basar este sistema en la plataforma Android como lo hizo Amazon con su FireOS, manteniendo la compatibilidad con las aplicaciones de Android.

¿Quién ganará esta batalla comercial?

Creo que tanto China como Estados Unidos tienen mucho que perder en esta guerra comercial. Ambos países son unas super potencias y dependen uno del otro.

Sin ir más lejos, Apple se beneficia directamente de la mano de obra barata de las plantas de ensamblajes de China, pero además, Pekín exporta a Estados Unidos “minerales raros” que resultan imprescindibles para la producción de una inmensa gama de productos electrónicos.

Por otro lado, Estados Unidos es un gran mercado para los productos tecnológicos chinos sin mencionar el resto de acuerdos comerciales entre ambos países que solo en 2018 intercambiaron unos $700 mil millones en bienes.

Se cree que esta última sanción es solo una muestra de fuerza del gobierno del presidente Trump, ya que resulta insostenible al estar ambas economías profundamente entrelazadas.